¿Qué es exactamente la Resiliencia?
Un acontecimiento traumático no siempre tiene efectos destructivos, sino que puede llegar a fortalecernos. Cada uno de nosotros puede elegir una opción: convertir la caída en un impulso o bien ignorar el desafío y convertirse en víctima de su fracaso.
Llamamos resiliencia a un proceso de adaptación positiva ante sucesos adversos. Tiene dos componentes:
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene de forma absoluta, sino que es el resultado de conductas, pensamientos y emociones que conforman la personalidad.
La respuesta a la pregunta es AMBOS.
Hay un tercio de la población que se ha visto que tiene mayor capacidad de resiliencia. Hay un gen transportador de la serotonina y cuando una persona lo posee, tiene mayor capacidad para enfocar la vida con optimismo, cualidad indispensable de las personas resilientes, entre otras.
Por otro lado, hay ciertas habilidades que pueden aprenderse y mejorarse para convertirnos en personas más resilientes. Al fin y al cabo, se trata de adquirir hábitos y conductas, educando a nuestro cerebro como si estuviéramos aprendiendo a tocar un instrumento o un nuevo paso de baile.
Las personas que podemos llamar resilientes, se caracterizan por haber desarrollado las siguientes capacidades:
Estas capacidades no tienen que estar todas presentes y desarrolladas al máximo, pero de alguna manera nos llevan a ser más resilientes cada día.
Todo lo que vale la pena cuesta esfuerzo y el éxito y el fracaso son la cara y la cruz de la misma moneda. Es importante aprender a ganar y a perder, o mejor aún, aprender a perder para ganar.
El propósito de la resiliencia es ayudar a los individuos y a los grupos no solo a enfrentarse a las adversidades sino también a beneficiarse de los impactos negativos.