¿Por qué hacemos lo que hacemos? Nuestras rutinas matutinas, ¿se basan en una decisión consciente o es algo que hemos aprendido observando a otros? ¿lo hacemos por repetición? ¿Control? Queremos desafiarnos a nosotros mismos y los paradigmas que guían nuestras vidas, cuestionando si en realidad estamos de acuerdo con ellos o si son los indicados para nosotros ahora mismo. 

Estas rutinas sociales nos han llevado a la creación de estructuras mentales personales y sesgos. Los sesgos cognitivos son como atajos mentales (conocidos como heurística) y de hecho tienen mucho sentido: están diseñados para ayudarnos a sobrevivir en el sentido de cazadores-recolectores. Los sesgos a menudo pueden resultar en un pensamiento preciso, pero también nos hacen propensos a errores que pueden tener un impacto significativo en el desempeño general de la innovación, ya que se interponen en el camino, en la economía del conocimiento moderna en la que vivimos y pueden restringir la ideación, la creatividad y el pensamiento para resultados innovadores.

Nuestros hábitos se basan en lo que pensamos y ayudan a diseñar la vida que vivimos, hagamos este proceso de diseño conscientemente. Creemos mejores hábitos y rutinas de trabajo.