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Innovación forzada

En la película The Martian, Matt Damon cultiva papas en Marte. Y lo hace utilizando su propio fertilizante "hecho en casa". Esto sirve como una maravillosa analogía para nosotros los terrestres: debemos pasar por un montón de fracasos para llegar a una buena idea. crap failures to get a good potato idea.

En tiempos de crisis y dificultades, las cosas se vuelven desordenadas y caóticas, las circunstancias cambian a gran velocidad y, con ello, surge una oportunidad única. Cuando las cosas cambian tan rápido, las mentes pueden cambiar al mismo ritmo.

El efecto de conocimiento común (o la expresión generalizada de “así siempre se han hecho las cosas”) que domina los hábitos en las organizaciones, desaparece en momentos de crisis, porque precisamente esos procesos en momentos caóticos no funcionan.

Las crisis nos dan la oportunidad (o la necesidad) de hacer las cosas de manera diferente. Este impulso nos da la capacidad de desaprender viejos procesos y rutinas, y construir una base de buenos hábitos nuevos y un suelo fértil para mantener una mentalidad de crecimiento. Nuestra mentalidad se vuelve maleable.

Atrevernos a ser creativos

El fracaso es un ingrediente clave de la creatividad y la innovación. Para ser creativos, debemos estar dispuestos a correr riesgos. Lo primero que tenemos que aceptar, para descubrir ideas inspiradoras, es que muchas de esas ideas no funcionarán o serán descartadas. Pero esas ideas serán tan importantes como las innovadoras porque crearán la inercia dentro de un equipo para hablar libremente.

Una buena práctica es tomarse el tiempo para discutir cada idea "mala", sin importar cuán loca o ridícula parezca, ya que esta discusión nos servirá como práctica y para desarrollar la confianza para cuando lleguemos a las ideas no tan malas o incluso a las buenas.  

Asegurémonos de que todos en el equipo se sienten en la mesa y, lo más importante, la confianza para poner sus pensamientos sobre la mesa, ya que la inteligencia colectiva emergerá naturalmente con el tiempo.

Jugando al abogado del diablo

No olvidemos hacer siempre todas las preguntas difíciles, mirando desde todos los ángulos, tratando de encontrar un defecto en la idea o producto. El mejor aliado para un optimismo sin límites es el escepticismo entusiasta, de esa manera se pueden combinar la creatividad y la iteración. Siempre que alguien detecta algo que no funciona, inmediatamente comienza a arreglarlo como equipo. El escepticismo no es enemigo de la innovación, en realidad libera el potencial de cualquier idea.

Descubrir las fallas de un proyecto no siempre significa matarlo, generalmente significa pivotar la idea para que tome una forma más productiva. 

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