Inspirar equipos globales con historias de fracaso fue la visión cuando SKAN, líder en tecnología biofarmacéutica, se asoció con El Instituto del Fracaso. Su reto era conectar a colaboradores en Japón, Suiza, Alemania, Brasil, Bélgica, Polonia y Estados Unidos a través de un significado compartido.

Así nació oneSKAN: The Summit — una experiencia global de 2 días en la que más de 300 participantes exploraron cómo el fracaso impulsa la cohesión de equipos globales.

El Desafío: Unir Equipos Globales

Las operaciones globales exigen más que reuniones o comunicación estandarizada. Para un equipo distribuido por continentes, la conexión real requiere sensibilidad cultural, alineación emocional y valores compartidos.

SKAN buscaba ir más allá de la interacción básica — quería generar una cohesión genuina que uniera perspectivas e inspirara un propósito colectivo.

Cómo se Diseñó el Summit oneSKAN

Las sesiones fueron diseñadas para generar emoción, reflexión y transformación:

  • Charlas breves de miembros del equipo SKAN sobre el fracaso.

  • Keynotes por Pepe Villatoro, Cofundador del Instituto del Fracaso.

  • Conversaciones moderadas que promovieron la autenticidad.

  • Espacios de micrófono abierto que invitaron a compartir espontáneamente.

Historias Auténticas que Generaron Confianza

Las historias personales y honestas compartidas por Pepe Villatoro al equipo de SKAN resonaron profundamente entre los participantes. Estos relatos derribaron barreras, transformando el fracaso de una fuente de vergüenza a un catalizador de crecimiento.

Al escuchar experiencias reales, los colaboradores encontraron un punto en común, lo cual fortaleció significativamente la la cohesión de equipos globales.

Impacto Humano: Conexión sin Fronteras

El evento generó algo poco común: confianza profunda entre personas que no se conocían. A través de diferentes roles y culturas, los colaboradores descubrieron una cultura corporativa compartida.

Construyendo un Lenguaje de Empatía e Innovación

Al aceptar la vulnerabilidad, los equipos de SKAN comenzaron a verse con mayor empatía y comprensión. Compartir historias de fracaso abrió un espacio de honestidad y conexión, sentando las bases para una colaboración auténtica. 

Esta apertura emocional fomentó una cultura compartida — un nuevo lenguaje de confianza e innovación.

Lo que Compartieron los Participantes

"Gracias por desafiarnos a cambiar nuestra perspectiva y ayudarnos a ver el valor de aprender del fracaso."
— Tobias Pulm, organizador del evento SKAN

"Una semana llena de talleres, aprendizajes, cenas, cultura e innovación que recordaré por mucho tiempo."
— Abat Annamammedova, participante

"En mi primera semana en la empresa, ya me sentí parte de algo grande."
— Michael Hürbin, participante

Qué Hizo Únicas las Sesiones del Instituto del Fracaso

Tobias Pulm lo resumió así:

“Sus sesiones sobre cultura del fracaso no solo fueron valiosas — cambiaron perspectivas.”

Al compartir historias reales, SKAN promovió la apertura, fortaleció conexiones y creó una cultura duradera de confianza y colaboración. Inspirar equipos globales con historias de fracaso resultó ser la clave para la unir diferentes culturas, equipos y disciplinas.

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